La ventana de M.M.G.

Esta mañana me he sorprendido mirando a la ventana de la que era la habitación de M.M.G. justo al pasar por delante de su antigua casa con el coche camino al trabajo. Normalmente voy por otro sitio, pero para ver si por ese otro lado iba más rápido me he metido por la calle de mi antiguo colegio. En esa casa yo estuve sólo una vez y guardo recuerdos encontrados de la casa y de sus moradores. M era una chica de mi pandilla del instituto, su principal característica era la blanca palidez de su rostro casi angelical (bueno, igual el tiempo desvirtua algo los recuerdos y hace que todo parezca más bonito); pero tenía tras de sí la leyenda de que su hermano mayor era uno de esos "tipos duros" que a quien osara acercarse a ella le iba a dar una paliza. Sin embargo esa noche de las vírgenes, sus padres estuvieron muy simpáticos con todos los que subimos tras repasar todo el cancionero desde la calle (es un primer piso, tampoco tiene tanto mérito) y el hermano no estaba. Un día, sentados en la plaza, estábamos sólo los tíos de la pandilla, ya sabéis, C, J.A., J, L y yo. A cada oveja le buscaban su pareja (sí, ellos, yo me mantenía al margen sin opinar). J llevaba la voz cantante porque era algunos años mayor que nosotros y no iba al mismo instituto que nosotros. Y a mí me emparejó con M.M.G. Yo pensé que cuando dijo eso el mundo se iba a detener y que, como en los dibujos animados, se iban a girar todos hacia mí, escandalizados. Pero nada de eso ocurrió. En realidad no ocurrió nada de nada.

Por supuesto que hace muchísimo tiempo que perdimos el contacto, con M.M.G. y con todos los de la pandilla. Tranquilos, la vida me regaló otros amigos, no os preocupeis por eso. Lo último que supe de ella es: donde vivía con sus padres (número de la calle, piso y puerta incluído), el modelo y la matrícula de su coche, que trabajaba en Iberia, que había estudiado en la escuela oficial de idiomas… ya veis, poca cosa.

En audición: Madredeus "A vontade de mudar"